La velocidad de carga es imprescindible para garantizar la usabilidad y fidelidad de los usuarios que visitan nuestra web, tanto desde sus ordenadores como desde sus dispositivos móviles.

Si la velocidad de carga de nuestra web es lenta, tendrá efectos negativos en la tasa de conversión, es decir, en el número de visitantes que realizan una acción en nuestra web considerada de valor, como puede ser una compra, contratar un servicio, etc.

En ese caso, de  nada servirá la inversión que hayamos realizado para que nuestro portal sea atractivo o disponga de una navegación fácil, simplemente no nos visitarán. Por citar un ejemplo de sus efectos económicos, Amazon ha estimado que, 1 sólo segundo de retraso en la carga, le cuesta 1.6 millones de dólares anuales.

A estas cuestiones habría que añadir que Google valora en sus resultados las páginas rápidas por lo que, mejorando nuestra velocidad de carga, conseguiremos también posicionarnos en los primeros resultados de búsqueda y aumentar el tráfico a nuestra web.

Herramientas gratuitas como PageSpeed Insights de Google, Gtmetrix o Pingdom.com, nos permitirán analizar la velocidad de carga de nuestra página en ordenadores y dispositivos móviles, facilitándonos además, recomendaciones para mejorarla.