Según la recientemente publicada Encuesta Internacional de ING, el 64% de los españoles usuarios móviles se relaciona con su banco vía app. Esto indica que España se coloca en el puesto número 3 de usuarios de banca móvil en Europa, situándose por detrás de Turquía, cuyo 80% de sus usuarios móviles se relaciona con su banco mediante Smartphone, mientras que los usuarios móviles de Polonia-segundo puesto- representan el 65%.
El 40% de los encuestados españoles afirma que utiliza el móvil para recibir notificaciones del banco, mientras que el 27% lo utiliza para localizar cajeros automáticos, el 24% para realizar transferencias, lo que simplifica esta tradicional operación al no tener que trasladarse a la oficina del banco, y ya el 20% para pagar en comercios. Son las operaciones de mayor valor añadido para las entidades bancarias (las de alto importe económico) las que se destinan exclusivamente a realizar en las oficinas. Todos ellos, también, argumentan que poder visualizar los movimientos y las operaciones, sin necesidad de tener que trasladarse a un cajero automático, es la clave por la que instalan las aplicaciones móviles de sus bancos.
Estas cifras reflejan la profunda transformación que se ha producido en los últimos años en la relación con el cliente. El uso del móvil otorga al usuario la posibilidad de operar en cualquier lugar a cualquier hora del día, las ventajas que ofrecen los dispositivos móviles de disponibilidad y accesibilidad han convencido a los clientes.
El usuario de banca digital español se trata de una persona joven, exigente con su entidad bancaria y que evita acudir físicamente a su oficina bancaria a no ser que sea estrictamente necesario.
Sin embargo, los usuarios van a querer aprovecharse de las últimas novedades en tecnología en cuanto a la relación con su banco pero no quieren perder la personalización ni el trato humano con su entidad bancaria en el asesoramiento y contratación de productos.
La solución ante esta dificultad es la adaptación de las nuevas tecnologías, el Smartphone -qué es el dispositivo más utilizado- es vital en la relación entre el cliente y la entidad. También es la herramienta de la banca para atender las necesidades del cliente multicanal, el cual resulta ser el mayoritario en España, aquel que utiliza algún canal digital en combinación con un otro canal tradicional.
Las aplicaciones móviles pueden proporcionar más oportunidades de contacto entre el cliente y el banco, pero debe hacerse de una manera eficaz y personalizada. Puede servir para entablar una relación más cercana entre ambas partes.
Obviamente, como todo dispositivo conectado a la red, el móvil está sujeto a sufrir ataques de malware, para evitar sustos, la mejor opción es instalar antivirus en los smartphones y de esta manera poder consultar los datos bancarios con total seguridad.
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